EVOLUCIÓN DE LA VANGUARDIA EN LA CRÍTICA DE GUY PÉREZ-CISNEROS. 2015.

La modernidad de las artes plásticas en Cuba no puede ser realmente entendida sin considerar el análisis de la matriz cultural dentro de la cual esta Escuela emergió y consolidó su propuesta.

El estudio de la nuestra vanguardia implica también el estudio de una época, fundacional en todos los sentidos. Escritores e intelectuales fueron los primeros críticos de los artistas cubanos en aquella aventura de ruptura estética. Para apoyarlos, forjaron una zona de opinión sensibilizada a partir de la cual su propósito cultural se hizo viable.

Dentro de esta fina conciencia se inserta GuyPérez-Cisneros (1915-1953) a su llegada a la Isla. Su compromiso con el arte cubano, entendido más allá de la complicidad, del respaldo solidario, o de la comprensión, se convirtió para él en una misión permanente de cultura. Guy Pérez-Cisneros inaugura la crítica de las artes plásticas como oficio en Cuba.

Aunque apenas vivió veinte años entre nosotros, nos legó la obra de una vida. En ese corto tiempo entregó más de ciento cincuenta artículos de su autoría, así como decenas de traducciones de escritores francófonos, utilizando para divulgar las ideas modernas todos los medios: -revistas, periódicos o catálogos- a su alcance; ofreció recordadas conferencias y cursos sobre arte cubano y universal para las instituciones más prestigiosas de su época, contribuyó a la realización de exposiciones esenciales de la historia de nuestro arte; estuvo involucrado en aquellos proyectos editoriales más anticipados del periodo y colaboró ininterrumpidamente con organizaciones destinadas al desarrollo cultural de Cuba y de Latinoamérica.

Muchas aristas de su trabajo continúan casi desconocidas en el presente. Su archivo personal contiene un número importante de cuentos de su autoría y se desconoce si algunos de ellos fueron publicados. Un número indeterminado de referencias a su trabajo como crítico y como traductor no han sido aún completadas y no forman parte de estos apuntes, permaneciendo como tareas pendientes para futuras investigaciones. Varias conferencias de arte cubano y universal duermen entre su documentación, esperando la validación del juicio contemporáneo.

La compilación que hoy pone a disposición de los lectores la Fundación Arte Cubano es solo otra aproximación al asombroso legado de GuyPérez-Cisneros, que celebra en 2015 su propio Centenario. Muchas voluntades y esfuerzos se han sumado para hacer posible este resultado: Pablo Pérez-Cisneros Barreto, con un riguroso sentido de responsabilidad histórica y una lealtad encomiables preservó por años el archivo personal de su padre y lo entregó a la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí para posibilitar a los presentes y futuros investigadores su consulta.

El Museo Nacional de Bellas Artes y la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, instituciones clave para la realización del proyecto, pusieron a disposición de la investigación obras, documentación y una asesoría extremadamente valiosa. Varios coleccionistas apoyaron la gestión de la Fundación Arte Cubano, especialmente aportando imágenes de obras relevantes de la Vanguardia histórica, que amplían el conocimiento que hoy tenemos de estos maestros y enriquecen nuestra memoria cultural, una labor a la cual Guy Pérez-Cisneros dedicó su vida.

Alejandro Rodríguez Alomá, Presidente, Fundación Arte Cubano