Víctor Manuel. 2010.

La historia de la nación cubana no será nunca completamente entendida por quienes indagan en ella, en tanto no se hayan descifrado las claves preservadas en su patrimonio cultural.

Para lograr tal fin, resulta indispensable dirigir una mirada atenta hacia la obra legada por la vanguardia histórica de las artes plásticas en Cuba y percibir el trazado de las vías a través de las cuales se gestan definiciones de cubanía, mediante los símbolos, los personajes y los emplazamientos de una narrativa que abarca, apenas sin excepciones, todos los resquicios del entramado social de su tiempo. En este acto se concentró la pasión por la soberanía y la autenticidad de toda una época.

El anhelo por contar con una serie de títulos dedicados al análisis y conceptualización de este movimiento de radical renovación estética y discursiva, ha significado un sueño una y otra vez postergado, por su carácter casi inabarcable, dentro de la febril actividad de la cultura cubana, tanto antes como en toda la etapa posterior al triunfo del proceso revolucionario.

Sin dudas, por esta razón, la publicación por la Fundación Arte Cubano, en intensa colaboración con el Museo Nacional de Bellas Artes, del tomo primero del Catálogo Razonado de Mariano Rodríguez, de los libros Amelia Peláez. Cerámicas y Eduardo Abela, de lo real a lo imaginario, ha obtenido, como resultado más inmediato, el registro de una notable cantidad de propuestas de nuevas publicaciones que otorgan sentido y hacen promisorio el futuro del proyecto.

Sin embargo, ningún otro objetivo podía ser tan inaplazable para esta colección como la publicación de un libro dedicado al estudio de la vida y la obra del pintor Víctor Manuel García. Anticipado, certero delineante de la propuesta de nacionalidad que los artistas de la vanguardia contrapusieron a los despojos de la colonización, Víctor Manuel abre las puertas de la modernidad para el arte cubano, a la vez que aporta una pieza clave al concepto mismo de nuestra identidad, entregándonos, en una visión única, un ensayo sobre el mestizaje y la fusión creados al calor de la cotidianeidad, en una fina síntesis de lo visceralmente etnológico.

Tras la realización de este empeño y la posibilidad de la creación de un proyecto editorial auspiciado por la Fundación Arte Cubano, capaz de actuar como catalizador entre ideas y resultados tangibles, será siempre necesario agradecer la tenacidad y la perseverancia de una suma de voluntades, tanto institucionales como individuales, y la abnegación de un grupo de investigadores consagrados al análisis, la legitimación y la promoción de un patrimonio invaluable ante los ojos del futuro.

Fundación Arte Cubano